Por ello, de aquí al día que hagamos el desfile en el patio del colegio (ya avisaremos cuál es el día exacto, pero recordad que es a principios de febrero), hemos de buscar por nuestras casas todo lo que nos sirva para parecer auténticos pintores: mono manchado de pintura (o en su defecto pantalones y camisa blancos llenos de brochazos de colores), gorras, brochas, rodillos, botes de pintura (vacíos, claro), etc.
Aquí tenéis algunas imágenes de ejemplo: